En medio de una crisis social profunda, la cultura —ese tejido invisible que sostiene la vida en comunidad— muestra signos de desgaste en todos sus componentes. Creencias, lenguaje, normas, arte, saberes y hasta la identidad colectiva aparecen fragmentados. Mientras tanto, desde distintos ámbitos del Estado se han promovido expresiones culturales que, lejos de elevar a la sociedad, normalizan la violencia, la droga y el vacío moral. ¿Cómo reconstruir una cultura que nos una y nos devuelva un rumbo?
04/12/2025
NuevaHoraMagazine
La cultura cambia, evoluciona, se transforma con las generaciones, las tecnologías y los movimientos sociales. Sin embargo, lo que estamos viviendo hoy en Argentina —y especialmente en las comunidades más vulnerables— ya no es una transformación: es una involución.
Una pérdida acelerada de los componentes esenciales que sostienen la vida en comunidad.
A ello se suma un fenómeno inquietante: la promoción gubernamental y mediática de expresiones artísticas que exaltan la droga, las armas, la violencia y la sexualización extrema, instalando como referentes culturales a figuras que naturalizan aquello que destruye a los jóvenes. Se construyen ídolos, pero no ejemplo. Se genera fama, pero no sentido.
Cuando la cultura involuciona, la sociedad también.
La importancia del trabajo, la palabra dada, el respeto y la solidaridad —valores que históricamente unían a las comunidades— se desdibujan.
Hoy domina el individualismo, la desconfianza y la idea de que “todo da lo mismo”.
Cada persona vive bajo su propio código moral.
Consecuencia: se rompe el tejido social y desaparece el acuerdo sobre lo correcto y lo incorrecto.
No es solo que se habla peor: se piensa peor.
El insulto reemplaza al argumento. El silencio reemplaza al reclamo.
La conversación pública se volvió agresiva, fragmentada y superficial.
Consecuencia: sin lenguaje claro, una sociedad pierde capacidad de comprender y resolver sus problemas.
Acciones básicas como saludar, respetar turnos, cuidar espacios comunes o pedir permiso se diluyen.
La autoridad —familia, escuela, instituciones— perdió peso en un contexto de incertidumbre permanente.
Consecuencia: crecen el desorden, el conflicto y la sensación de abandono.
El arte debería elevar, sensibilizar, despertar conciencia.
Pero en lugar de promover expresiones que construyen, desde distintos gobiernos y sectores se ha celebrado a artistas cuyas letras exaltan la droga, el robo, las armas y la violencia sexual.
La cultura dejó de ser una herramienta de identidad para transformarse en entretenimiento descartable.
Consecuencia: perdemos sensibilidad, profundidad y una brújula ética para las nuevas generaciones.
Las meriendas compartidas, las ferias barriales, los juegos en la calle, las reuniones familiares…
Todas prácticas que transmitían identidad y pertenencia hoy están en retroceso.
Cada vez más personas viven aisladas, conectadas solo por pantallas.
Consecuencia: se interrumpe la transmisión generacional y desaparece el “estar juntos”.
Se pierden oficios, técnicas y saberes que antes pasaban de mano en mano.
Las escuelas están desbordadas, los jóvenes desconectados y la educación desplazada por la inmediatez digital.
Consecuencia: la comunidad pierde autonomía y capacidad de producir su propio futuro.
Quizás esta sea la pérdida más profunda.
El “nosotros” se deshace: cada quien sobrevive como puede.
Ya casi no existen causas comunes ni proyectos compartidos.
Consecuencia: una sociedad sin identidad avanza sin rumbo.
La injusticia ya no indigna.
La violencia se naturaliza.
La corrupción deja de sorprender.
La apatía se vuelve norma.
Y la soledad se siente, incluso entre multitudes.
No se soluciona con un intendente, un gobernador o un presidente.
La reconstrucción es más profunda: hay que reconstruir cultura.
Recuperar valores comunes.
Fortalecer el lenguaje y el diálogo.
Promover arte que eleve, no que degrade.
Volver a las tradiciones que unían a los vecinos.
Proteger los saberes que nos dieron identidad.
Crear espacios de encuentro reales, no solo virtuales.
Cuando una comunidad se reconoce a sí misma, empieza a sanar.
Cuando vuelve a tener cultura, vuelve a tener futuro.
En el marco de la Asamblea Extraordinaria Anual del Consejo Vial Federal, las autoridades viales de la Patagonia elevaron un reclamo unánime y urgente al Ejecutivo nacional ante la crítica falta de mantenimiento e inversión en la red de rutas nacionales de la región, una situación que afecta directamente el desarrollo, la conectividad y la seguridad de sus habitantes.
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El Municipio de Río Grande y la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) impulsan una nueva propuesta conjunta para acompañar a las juventudes y a toda la comunidad en el camino hacia la educación superior. A través de “La Uni en los barrios”, equipos de la UNTDF se trasladarán a distintos puntos de la ciudad para brindar información, asesoramiento y acompañamiento personalizado.
Con una agenda centrada en la actualización de las políticas públicas y el protagonismo de las juventudes, se concretó una nueva sesión del Consejo Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia. La jornada permitió formalizar líneas de acción interinstitucionales para establecer acuerdos estratégicos ante el actual contexto nacional y provincial.
El Gobierno de la Provincia, llevó a cabo con éxito su Muestra Anual de Talleres, un evento que celebró el talento y la dedicación de los jóvenes de la provincia y culminó con la entrega de certificados a los participantes
El evento, organizado por Toranza Bike Pro Team y la Secretaría de Deportes, sirvió como entrenamiento clave para el seleccionado fueguino que competirá en La Pampa.
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Vecinos y vecinas de Chacra IV podrán disfrutar de un nuevo espacio al aire libre para hacer deporte, jugar y compartir momentos de calidad. El Municipio continúa realizando obras en los espacios públicos para que las familias, infancias y juventudes riograndenses sigan disfrutando de su ciudad al aire libre.
El escritor y analista Jorge Asís definió a Javier Milei como “un fenómeno universitario”, una frase que mezcla ironía y profundidad política. Detrás del comentario, usado en televisión, hay un análisis serio sobre la crisis de representación y la transformación cultural que permitió el ascenso del actual presidente. Qué quiso decir Asís, por qué lo dijo y qué revela sobre la sociedad argentina.
