


Dolor, miedo y silencio: el pedido desesperado de un padre tras la muerte de su hijo en prisión
13/08/2025

Domingo Mariano Zarza llegó desde Misiones a Río Grande con un único objetivo: recuperar el cuerpo de su hijo, Ramón Sebastián Zarza, y despedirlo junto a su familia. Ramón, condenado a tres años y seis meses de prisión por un hecho ocurrido en defensa de su hermana, murió apenas un mes después de ser sentenciado.
A más de 4.000 km de su hogar, Domingo enfrenta la soledad, el miedo y la falta de respuestas de la justicia. “No pude reconocer el cuerpo de mi hijo. Todo está escondido, en secreto. No sé lo que pasó”, lamenta, entre angustia y resignación.
El hombre denuncia que mientras su hijo estaba detenido, debía enviar dinero para garantizar su seguridad dentro del penal. “Me pedían 10, 15, 20 mil pesos. Decían que era para resolver cosas adentro. Nosotros se lo pasábamos porque teníamos miedo por él”, relata.
Domingo también asegura que su propia vida estuvo amenazada. Recibía llamados desde dentro y fuera de la cárcel, preguntando por su paradero y advirtiendo sobre posibles consecuencias si intercedía por su hijo. “Ya no tengo miedo, mi hijo se fue… pero yo sigo solo”, confiesa con voz quebrada.
La familia Zarza permanece en Misiones mientras él intenta gestionar el traslado del cuerpo y darle sepultura. No cuenta con trabajo fijo y ha tenido que recurrir a vecinos y prestamistas para costear el viaje y su estadía.
Con cada palabra, Domingo lanza un mensaje claro: que se conozca lo que pasó, que se proteja a otros hijos y que no queden silenciadas las familias que, como la suya, se sienten desamparadas y amenazadas.










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